Una de las finalidades de la creación de alimentos transgénicos se debe a la importación y exportación de los mismos.
En los alimentos naturales (no transgénicos) se recoge la fruta en el momento de su maduración ya que recogerlo antes impediría su consumo debido a que no alcanzaría la maduración adecuada para su consumo.
Recogiendo el alimento en su momento de maduración se presenta la problemática de no poder exportarlo ya que cuando llegara a su destino la fruta estaría pasada y sería incomestible, por lo que no se podría comercializar.
En los alimentos transgénicos esta problemática que se presenta a la hora de importar y exportar alimentos se ha solucionado y lo han solucionado confiriéndole a dichos alimentos características que no posee facilitando de esta forma la maduración de los mismos una vez recolectados mientras se realiza el transporte al país destinatario.
¿Como terminan de madurar estos alimentos?
Estos alimentos se recolectan cuando aún están verdes y durante su almacenamiento y transporte al país de origen son depositados en cámaras que les proporcionan la temperatura y humedad adecuada para su maduración, de esta forma llegan listos para su consumo.
¿Este tipo de maduración tiene alguna consecuencia?
Por supuesto.
La fruta durante su crecimiento va recibiendo del árbol todos los nutrientes que necesita para su correcto crecimiento. Cuando esta fruta ha recibido todos los nutrientes que necesita es cuando ya está maduro, listo para su consumo y debe ser recolectado.
En los alimentos transgénicos estos alimentos son recogidos antes de su maduración por lo que no llegan a recibir toda la cantidad de nutrientes que necesitan.
A groso modo podríamos decir que es como un bebé. Este bebé recibe de su madre a través del cordón umbilical todos los nutrientes para su correcta formación, por eso cuando un bebé es prematuro puede nacer con problemas ya que no ha completado el periodo de formación y crecimiento adecuado.
Con la fruta, verduras y hortalizas ocurre lo mismo.
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